Renovarse, Innovar o Morir. ¡Qué tema! Ya sea que trabajes como trabajador autónomo, en remoto o tengas tu propia empresa, siempre hay una situación que nos aterra: ver cómo nuestra facturación y el número de nuestros clientes baja, mientras que los de nuestra competencia aumentan sin cesar. Tal vez hayas pasado por esto y te preguntes qué estás haciendo mal.
Lo primero es saber que difícilmente se puede mantener un mismo modelo de negocio a lo largo del tiempo sin tener que introducir cambios, mejoras o embarcarse en un proceso innovador. Una cosa es cierta: para que tu negocio continúe existiendo y creciendo pese a la competencia y los mil y uno factores externos (y por no internos también), debes renovar tu modelo de negocio en algún momento.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE QUE ALGO NO VA BIEN?
- Tu facturación cae en picado. Tienes el mismo buen producto o servicio que tenías al inicio pero ya no se vende como antes. La verdad es que no importa si se trata de un producto o servicio, la realidad es que ya no parece funcionar como cuando lo lanzaste y esa es la causa de la caída en picada de tus ventas.
- Tu competencia crece y crece. Lo ves y no te lo puedes creer. Abren nuevas sucursales, franquician su negocio, contratan Talento, su facturación no para de crecer y para colmo cada tanto tiempo lanzan un nuevo producto o servicio. ¡Caramba! ¿Tendrá esto último algo que ver? Tú sigues ofreciendo lo mismo de siempre mientras ellos innovan. Tu competencia actúa rápido para ajustarse al mercado pero tú no logras reaccionar.
- El mercado ha cambiado. Tal vez alguna nueva normativa o los consumidores que han cambiado de gustos y necesidades o sencillamente la tecnología te ha superado. Definitivamente ya no es el mercado que conociste tan bien.
- Relación costo-beneficio. Has hecho lo que has podido para satisfacer a tu cliente, mantenerlo y como si fuera poco generar alguna ganancia pero ya no da resultado. La relación costo-beneficio es tan pequeña que casi te ahoga.
Bueno…. Y ¿qué hacemos entonces?
- Rompe moldes. No vale la pena encasillarse en lo de “toda la vida” o en el “siempre se hizo así”. El mercado, las necesidades, las prioridades y hasta la tecnología que usan tus clientes cambian rápidamente. No se trata de que tu producto o servicio ya no sirva, pero muy probablemente necesita un gran cambio.
- Sé más rápido que la luz. La ventaja del trabajador independiente, de la microempresa o de las Pymes, es que son flexibles y rápidas en la toma de decisiones. Carecen de una pesada estructura jerárquica y administrativa que enlentece su accionar. Saca provecho de esa ventaja. En cuanto comiences a percibir un cambio o una tendencia analízala a fondo y pregúntate si sería beneficioso para tu empresa, negocio o trabajo y cómo podrías aplicarla. Averigua también si hay alguna ayuda o subvención que te facilite un poco el cambio.
- Sorprende a tu cliente. Ya has visto que puedes subirte al tren de la innovación o por lo menos renovar tu modelo de negocio y te has puesto a ello. Adelantate a tu competencia y por encima de todo, muestrale a tus clientes que estás a la vanguardia y que ellos pueden acceder a ese producto o servicio innovador y actual.
Si aún estás perdido y no sabes bien cómo seguir, lee estos tips que te pueden ayudar en tu toma de decisiones.
- Estudia el mercado y a los consumidores. Céntrate en un nicho que te era desconocido. Por ejemplo, las personas mayores. ¿Qué les puedes ofrecer, cómo, a qué precio, por qué canales, etc? ¿Tienes competencia? ¿Qué es lo que busca la gente mayor de hoy día? Ya no se sientan en la plaza todo el día para darle de comer a las palomas. Son activos, están muy bien informados y saben lo que buscan y quieren.
- Analiza tus canales de distribución. ¿Aún esperas a que el cliente se presente en la puerta de tu negocio? ¿En serio? Cada vez más la gente utiliza sus teléfonos móviles y las apps para buscar información, servicios, productos y los compra también por este medio. ¿Te has planteado vender en más sitios utilizando otros canales?
- Haz de tu cliente el centro de atención. No vendas sólo un producto o servicio Vende calidad, innovación y personalización. Vivimos en un mundo a veces fuertemente impersonal. Reconoce las necesidades únicas de tu cliente y ten un cierto margen para personalizar lo que vendes. Escucha sus necesidades. Fideliza. Capta su atención.
- Amplia tu nicho de mercado. Puede que te hayas centrado en un segmento de mercado sin darte cuenta que tu producto o servicio puede resultar interesante para muchos más tipos de consumidores de lo que pensabas. Averigua con qué fin tus clientes compran lo que ofreces. Verás qué creativos son tus clientes a la hora de darle un uso. No sería de extrañar que tu público objetivo de pronto se vea ampliado hacia sectores en los que no habías pensado.
En resumen: vigila las nuevas tendencias, la nueva tecnología, los nuevos modelos de negocio, la competencia, lo que buscan tus clientes y también los clientes potenciales. Sabe que el dicho “renovarse o morir” es 100% cierto en el mundo de los negocios. Ofrece variedad. Se creativo e innovador. Adelantate a las necesidades de tus clientes y sorprendelos. Deja atónita a tu competencia con tu modelo de negocio flexible, innovador y personalizado.
Sigue el lema de Lauburu Consulting: CREER QUE ES POSIBLE
Adriana De León M Pagouapé
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