¿A quién no le habría gustado que alguna vez el día durara más de 24 horas? El trabajo, la casa, los niños, las actividades extra-escolares, los trámites, responsabilidades varias….y la lista parece no tener fin. Sentimos que corremos todo el día de un lado para otro y que nunca tenemos la posibilidad de parar un instante. Es agotador y nuestro cuerpo y nuestra mente nos envían señales de auxilio que por el propio ritmo de nuestra vida, nos vemos obligados a ignorar…hasta que un día todo parece explotar de pronto y estallamos a la primera de cambio.
Conozco a muchos trabajadores, emprendedores, estudiantes y amas de casa, que se sienten atrapados por una rutina que parece devorarlos. El stress los domina y eso repercute en nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestra manera de percibir el mundo y finalmente en nuestro trabajo. Trabajar es esencial, asumir responsabilidades es inevitable, pero ¿no lo es acaso también vivir?
De la misma manera que hemos aprendido nuestra profesión, las tareas de nuestro trabajo e incluso a cambiar pañales o relacionarnos con ese colega o jefe que no nos la pone nada fácil, es imprescindible que aprendamos a conciliar nuestra vida laboral y personal. Límites es la palabra clave en este tema y es que si no estableces límites claros entre tus dos vidas, un día te darás cuenta de lo mucho que te has perdido sin posibilidad de recuperarlo o puede que hasta pierdas tu trabajo como consecuencia del stress. Eres una persona, no un robot. Tu propio ser es tu mayor responsabilidad. Siéntate unos minutos. Reflexiona y verás cómo hay mucho que puedes hacer por mejorar esta situación.
FASE 1. PRIMEROS PASOS PARA UNA NUEVA ORGANIZACIÓN DE TU VIDA
- Describe un día tipo: a qué hora te levantas, qué haces antes de ir al trabajo, cuántas horas trabajas, qué tienes que hacer al salir del trabajo y luego cuando llegas a casa. Honestamente, ¿a qué hora das por terminado tu día? ¿Te queda algún rato para ti, para poder relajarte o hacer lo que te gusta? ¿Se te ocurre alguna manera en que pudieras optimizar tu día?
- Escribe lo que te gustaría hacer pero no haces por falta de tiempo. Puede ser un deporte, un curso, viajar, dedicarte algunas horas a la música, leer, simplemente tumbarte en un sofá o bajo un árbol o pasar tiempo con tu familia y amigos. Lo que importa es eso que te estás perdiendo pero que te haría sentir mejor contigo mismo. Si nunca te has parado a pensar en qué podría ser, es tiempo de que lo hagas. Todos tenemos algo que nos gustaría hacer y que nos hace sentir bien. Tú no eres la excepción. La pregunta clave es ¿por qué piensas que no puedes dedicarte unos minutos diarios?
- Detalla las razones por las cuales no logras conciliar tu vida laboral y personal. Tal vez tengas un horario muy extenso o no tengas ayuda en las tareas de la casa o en el cuidado de los niños o de alguna otra persona que tienes a tu cargo o tengas más de un trabajo. Todas son razones válidas que te consumen tu tiempo pero tienes que encontrar de todas formas, la manera de encontrar un espacio para ti. ¿Por qué? Porque es en ese pequeño espacio personal donde te relajarás, cuando podrás realizar esas actividades o hobbies que te ayudan a desconectar, a relajarte. En definitiva es lo que te “carga las baterías” para volver a comenzar cada día y para sentir que eres una persona plena.
FASE 2. REFLEXIONA Y ORGANÍZATE
Esta etapa es fundamental porque establecerás los medios para lograr el fin, es decir, aprenderás a organizarte de manera tal que puedas hacer eso que tienes pendiente y que te ayuda a desconectar del ritmo diario.
- PLANIFICA. Sí, tal cual. La planificación no pertenece solamente al mundo laboral. Se planifican las actividades personales, las vacaciones, nuestro tiempo libre, nuestros hobbies. Incluye en tu apretada agenda, tiempo para llevarlas a cabo. ¿El secreto? Se tan estricto en su cumplimiento como lo serás seguramente con el resto de tus actividades laborales o esas que consideras imprescindibles realizar.
- DELEGA Y PIDE AYUDA. Seamos sinceros: no, no tienes superpoderes aunque a veces te lo creas y tampoco puedes clonarte. Los superhéroes déjalos para los comics y en cuanto a clonarte, créeme, eso no puede terminar bien. Tu tiempo es limitado. Si vives con alguien, entonces reparte el trabajo de la casa de manera equitativa, después de todo no serás el único que ensucia, come y hace uso de la casa, no? Si precisas ayuda, no dudes en pedirla. Nadie te juzgará por ello y en el caso en el que alguien se atreva, ignóralo, y aléjate de las personas tóxicas. Ten la seguridad que haces lo correcto.
- APROVECHA LA TECNOLOGIA. Hoy en día casi todas las empresas públicas y privadas ofrecen la posibilidad de realizar trámites online. No hagas desplazamientos inútiles que terminarán por agotarte.
- APRENDE A DECIR NO Y A PONER LIMITES. No siempre es fácil. A veces nos vemos en la obligación de aceptar hacer tareas que consumen nuestro tiempo sin aportarnos nada, otras veces las responsabilidades nos agobian. Perfecto que asumas responsabilidades y que ayudes a otro pero establece límites. Tú también necesitas tu tiempo. Aprende a valorarte y a cuidarte.
FASE 3. DISFRUTA DE TU TIEMPO LIBRE
Ya sea que trabajes por cuenta ajena, que estés estudiando, preparando una oposición, seas emprendedor, estés trabajando duro en tu startup, estés en paro o seas ama de casa, es absolutamente necesario por tu salud mental, que disfrutes de un tiempo libre para ti y si puedes dedicarle unos minutos diarios, mucho mejor.
Nuestro desempeño laboral y nuestra vida en general, va unido a nuestro estado físico, mental y espiritual. Si alguno de estos pilares falla, caerá todo el resto. Aprender a valorarnos no pasa tan solo por obtener reconocimientos en nuestro trabajo sino por valorarnos como esa persona irrepetible y única que somos. Dedícate unos minutos cada día a mimarte un poco, a hacer eso que tanto te gusta o te relaja y que carga las energías nuevamente al 100%. Tú eres una persona, no una máquina que trabaja y asume diversas responsabilidades. Si todavía no estás convencido, piensa que estar bien y sacar lo mejor de ti es tu mayor responsabilidad.
Aprende a disfrutar de ti mismo y si lo que te relaja es compartir tu tiempo libre con alguien más, aprovecha y disfruta cada momento. El tiempo que dejes pasar ya no volverá.
Adriana De León M Pagouapé