A diario vemos gente que abandona el mercado de trabajo por diferentes razones. La mayoría de las veces son mujeres que dejan de trabajar al momento en que se casan o cuando tienen su primer hijo. Ellas deciden a veces voluntariamente, y otras no tanto, dedicarse por completo a la crianza de sus hijos y a dejar a un lado su carrera profesional. Sin embargo, pueden haber otras muchas razones que lleven alguien, sea hombre o mujer, a hacer una pausa en el desarrollo de su vida laboral. Podemos citar razones personales, problemas de salud propios o de algún miembro de nuestra familia, deseo de hacer realidad un sueño largamente soñado, migración, año sabático, cansancio y un largo etcétera. La situación económicas de un determinado país, pueden impedir que alguien que ha perdido su trabajo, encuentre otro y por lo tanto se convierta en un parado de larga data. Una situación totalmente involuntaria. El problema no radica tanto en la decisión de dejar a un lado el trabajo voluntariamente o involuntaria en casos concretos, como en intentar regresar, pasado un período que puede ser corto o muy largo, a ese trabajo o mejor dicho a ese mercado de trabajo del que se retiró. Es aquí, con la decisión del retorno, de retomar la vida laboral, la carrera profesional, donde empiezan los problemas.
Carol Fishman Cohen, CEO de IRelaunch, denomina a esta grupo de retornados laborales, relaunchers. Los obstáculos de los retornados son numerosos pero al mismo tiempo se centran todos en un mismo problema: la inseguridad propia, la del empleador y la desconexión que pudo haberse producido con el mundo laboral.
El primer obstáculo es la sensación de absoluto desconcierto, de sentirse desconectado de lo que sucede en este presente desconocido. Se duda de la decisión de retomar pero también y peor aún de si se mantienen las competencias que lo destacaban cuando estaba en activo. Se pregunta si su experiencia, sus competencias y su know how todavía está vigente o si será considerado un desfasado, alguien que no ha sabido aggionarse adecuadamente. El miedo puede ser paralizante por el temor al ridículo y a no dar la talla.
Otro tipo de dudas se vinculan a aquello en lo que le gustaría o en lo que se sentiría cómodo trabajar. Se pregunta si sería la mejor opción retomar la actividad que desempeñó de manera exitosa durante un período de tiempo o si debiera arriesgarse y reinventarse desde cero con mucho coraje.
El relauncher es una persona que se siente inseguro frente al nuevo mundo laboral al que se enfrenta y no es para menos. Las empresas y los encargados de selección no se destacan por brindar segundas oportunidades ni por hacer gala de un gran poder de comprensión. El mero hecho de ver una brecha en el curriculum vitae, trae sospechas sobre la causa de la misma pero también sobre los conocimientos y las competencias presentes de ese candidato. Todo cambia tan rápido: enfoques, políticas, software, tecnología, gestión, leyes, que es perfectamente razonable asumir que quien se mantuvo al margen por un período, no sea consciente de estos cambios y que eso pueda afectar de gran manera el desempeño.
Sin embargo, siendo honestos, ¿Cuánto tiempo puede llevarle a alguien con experiencia aprender un nuevo software, actualizarse con las noticias del mundo empresarial o con las últimas leyes laborales, por ejemplo? Realmente no tanto como para decidir no considerarlo un serio candidato.
El haberse dado un tiempo personal no nos descalifica como personas ni como trabajadores ni como profesionales. El stand-by en el trabajo puede ocurrir en cualquier área de trabajo, en cualquier industria, en cualquier profesión, a cualquier edad y a cualquier nivel. En el mismo sentido, relaunchers exitosos también los hay en diferentes áreas y puestos de trabajo.
La propuesta de Carol Fishman Cohen, para los relaunchers consiste en que hablen directamente, de manera personal, con los seleccionadores, las empresas, con su red de networking, en lugar de esconderse tras un ordenador a través del cual envían cientos de curriculum vitae. Es importante que el futuro jefe compruebe no sólo la experiencia sino también el profundo entusiasmo ante el retorno al trabajo. Después de todo, los relaunchers, son trabajadores formados, con experiencia no sólo de trabajo sino de vida, con objetivos claros y con valor para aportar a la empresa. Desde el punto de vista de la empresa, se les propone a estos relaunchers de larga data, una pasantía paga de trabajador con experiencia. por unos pocos meses, con un salario medio para ese puesto. Sin duda, es una oportunidad para el relauncher que puede demostrar sus competencias, su experiencia y su deseo firme de trabajar al tiempo que retoma toda la confianza en sí mismo y se actualiza. Desde el punto de vista del empleador, es un medio para que descarte sus temores ante este candidato de características particulares y se encuentre en una situación tal en la que pueda finalmente ofrecerle un contrato de duración indeterminada.
Volver al mercado de trabajo tras una larga ausencia no es fácil y estas pasantías para relaunchers pueden ser objeto de muchas críticas pero seguro son una opción digna ante el envío de cientos de curriculum espontáneos o de candidatura, de los que rara vez se obtiene una respuesta.
El mercado laboral debe de ser lo suficientemente flexible para dar segundas oportunidades a quien ofrece valor. Afortunadamente son varias las empresas de grandes dimensiones que han aceptado relaunchers tras este período de pasantía experiente paga.
Adriana De León M Pagouapé
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