LA REVOLUCION TECNOLOGICA LLEGA PARA QUEDARSE
La IoT, la 4º revolución industrial, traerá grandes cambios en las empresas, en el mercado laboral y hasta en nuestras opciones a la hora de formarnos. Algunos predicen que el cambio sera de tal magnitud que hasta las relaciones sociales sufrirán una transformación.
Indudablemente pronósticos y agoreros hay muchos y muy variados. Los hay positivos como también aquellos que prácticamente anuncian el fin de la civilización conocida, especialmente en el área laboral.
Según el Foro Económico Mundial (2018), si bien es cierto que muchos empleos u oficios dejarán de existir, esto se verá compensado por la creación de nuevos puestos de trabajo, muchos de ellos inexistentes en la actualidad. En definitiva, la introducción de los robots y la IA (inteligencia artificial) en el mundo laboral, no conduciría a la desaparición del trabajo humano en beneficio de los robots, sino su reconversión hacia puestos de base tecnológica. Difícil situación si nos planteamos que será de los millones de trabajadores que se verán forzados a reconvertirse, mientras no lo logren o peor aún de aquellos trabajadores que por ejemplo por su edad, no se encuentren en las mejores condiciones de plantearse un cambio radical en su carrera profesional. ¿Habrá más subvenciones o ayudas a la reconversión o se extenderá el plazo de las prestaciones por desempleo? Por otro lado, las empresas no lo tendrán tampoco nada fácil. Durante el periodo de transición de la reconversión, ya que la búsqueda y retención del talento no será nada fácil.
De esto se desprende que resulta incuestionable una eficiente coordinación entre empresas (muy especialmente con empresas disruptoras,), gobiernos y agentes de la innovación para el diseño e implantación de la estrategia a seguir en la construcción del nuevo tejido laboral, empresarial y social, que se viene a pasos de gigante.
LA CREATIVIDAD, LA INNOVACIÓN Y LAS COMPETENCIAS SOFT
Un punto clave será el énfasis en la creatividad y la innovación. El trabajador del futuro requerirá de estas dos competencias para poder desarrollar su trabajo ante los cada vez más rápidos cambios. El IoT, el big data, blockchain, diversas tecnologías disruptivas y la IA, requieren sin dudas de una nueva manera de pensar, de trabajar, de relacionarse y de una buena dosis de creatividad y de innovación.
Una gran pregunta es si continuaremos trabajando a jornada completa y con un esquema diario o si esto también se verá afectado. Es altamente probable que el horario se reduzca a media jornada como consecuencia de la presencia de los robots. Las máquinas realizarán la mayor parte de los procesos de información y procesamiento de datos a una velocidad con la que no podría soñar ningún ser humano.
La previsión destaca que se crearán más empleos de los que se destruirán y que éstos serán en su gran mayoría de base tecnológica, como por ejemplo ingenieros, analistas, técnicos en ciberseguridad o robótica o aún especialistas en e-commerce.
Pese a las competencias tecnológicas que le serán requeridas al nuevo trabajador, las competencias soft seguirán siendo imprescindibles porque son ellas precisamente las que nos diferencian de las máquinas y robots, por muy avanzados que estos sean. La creatividad y la innovación, el liderazgo, la motivación o las habilidades de negociación seguirán en el top de las demandas de todo puesto de trabajo. La inversión en capital humano resulta imprescindible y hay que comenzar ya con el nuevo enfoque de formación para que el inminente cambio y la nueva búsqueda y retención de talento, no se transformen un un verdadero elemento diferenciador negativo.
Adriana De León M Pagouapé